El muro de los milagros

rezar el rosario

Durante los últimos 10 años, me he dedicado a tener un lugar muy especial en mi

casa, curado con mucho detalle y cariño. Lo llamo el muro de los Milagros, que

parece solo una pared llena de todos los rosarios que he ido coleccionando,

acumulando y rezando, pero que la verdad son mis armas secretas de fe y

esperanza. Cada uno cuenta una historia, una oración, un milagro. Nos hemos

mudado 3 veces y en cada nuevo país hemos construido y reconstruido este muro

de gratitud.

Pero esta historia va más atrás. Sin hacerlo muy largo, aprendí a rezar el rosario

cuando tenía 7 años, mi abuela Ita, una divina mujer pelirroja de origen argentino –

irlandés, me enseñó justo la importancia de entregar todo en las manos de la

Santísima Virgen y con toda su serenidad, sentada en su mecedora, me enseñaba a

pasar de una avemaría a otra, de una cuenta a otra, entendiendo el valor de

construir una cadena de plegarias y gracias entre el cielo y yo. A partir de ese

momento, nunca lo solté. En las tribulaciones y épocas más difíciles, lo he tenido en

mis manos y sin duda siempre se ha sentido como el mejor escudo. De igual forma,

me ha acompañado en los momentos bonitos y especiales. Me considero muy

afortunada de haber recibido este regalo a tan corta edad. Particularmente ese

rosario, con el que aprendí a rezar, no lo tengo en la pared, lo tengo en un cuadro

especial, como una reliquia para mí.

rosario enmarcado

Entonces, los rosarios los colecciono desde siempre, estaban metidos en una cajita,

hasta que en Brasil, decidí comenzar a montarlos en una pared muy alta en la

entrada de la casa. A partir de ahí se convirtió en tradición. Luego en México y

ahora en Estados Unidos.

El muro tiene una sola regla. Solo se suben si están rezados!, sin embargo el origen

de los rosarios pueden ser comprado o regalado. Cada vez que vamos a un lugar

nuevo, compramos un rosario ( ó 5 ó 10 jajaja), cada vez que alguien nos regala

uno, también se sube, solo después de rezarlo. ¡Tenemos ya más de 100 rosarios!

jamás imaginamos que esta costumbre se convertiría en algo tan significativo para

mí y para mi familia. Tenemos todo tipo de rosarios, unos con más historia detrás

que otros, unos llegaron de forma más espectacular que otro, pero cada uno

simboliza un propósito, un agradecimiento o una necesidad mía o de alguien que

me pidió que rezara por eso. Poco a poco la pared se ha ido llenando de luz.

Este muro ha sido testigo de todo lo que hemos vivido como familia: celebraciones,

momentos de incertidumbre, desafíos y victorias. Pero siempre ha estado allí, un

recordatorio constante de que, en cualquier lugar al que vayamos, la fe y la

esperanza son nuestros pilares más firmes.

Te invito a crear tu propio muro

Si algo me ha enseñado mi muro de los milagros, es que la fe no tiene fronteras ni

limitaciones. Es algo que podemos llevar con nosotros en todo momento y en

cualquier lugar. Y no importa si te mudas una o mil veces; tu fe siempre puede ir

contigo.

Rosarios

Invito a cada persona a crear su propio muro de rosarios, un espacio donde puedas

colocar los rosarios que vayas recogiendo a lo largo de tu vida, ya sea por eventos

importantes, por oración o por un simple deseo de conectar con lo divino. No

necesitas tener muchos rosarios para empezar; basta con uno solo. Lo importante

es el acto de la oración y la intención detrás de cada uno.

Si lo empiezas, por favor, comparte tus fotos con nosotros!

¡Gracias por llegar hasta aquí!

Un abrazo!

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